MÁS DE 8.000 PERSONAS DISFRUTAN DE LAS JORNADAS GASTRONÓMICAS ‘LA PART ALTA SOMRIU A LA CRISI’
La actividad de la Asociación de Restaurantes de la Part Alta se consolida como un reclamo turístico y gastronómico de Tarragona
La Asociación de Restaurantes de la Part Alta (ARPA) ha hecho valoración de la undécima edición de las jornadas gastronómicas ‘La Part Alta Somriu a la Crisi’, desarrollada en Tarragona el pasado mes de febrero con el apoyo del Patronat Municipal de Turisme de Tarragona (PMTT). En total, 8.000 personas degustaron los menús a precios reducidos con vinos del territorio durante los 28 días que duró la propuesta.
Unas cifras que desde el ARPA consideran muy positivas. En palabras de su presidente, Quintín Quinsac, “La respuesta ha sido espectacular y la demanda, tan alta, que los restaurantes nos hemos quedado sin espacio para poder dar servicio a todas las peticiones de reserva; estamos muy agradecidos con la motivación de la ciudad y también de los visitantes de fuera”. Respecto a este último punto, desde la Asociación destacan el papel de las jornadas como dinamizador turístico del barrio.
El presidente del PMTT, Pau Ricomà, también celebra los datos de la edición y hace inciso en el valor de este tipo de iniciativas “para consolidar Tarragona como destino de turismo gastronómico de primera, con propuestas para disfrutar de una cocina genuinamente mediterránea en cualquier momento del año, incluso en temporada baja”.
Después de un año de paro forzado por la situación sanitaria, ARPA volvía a organizar con la misma ilusión las jornadas, consolidadas ya como un clásico en el calendario gastronómico de la ciudad. En esta edición, los restaurantes participantes han sido Àpats Quattros, Frida, Palau del Baró, Racó de l’Abat, Merceria 34, AQ, Arcs, Lola Bistro y Seasons. A los menús les han acompañado un total de ocho vinos del territorio (de las bodegas Cal Bessó, R. Raventós, Pinord, Clos Berenguer, Baronia del Montsant, Cairats y Covides), además de un cava y la cerveza Inèdit de Damm. Como en todas las ediciones, las jornadas mantenían uno de los reclamos más atractivos, y es que por cada botella de vino o cerveza que los clientes pedían durante la comida, se llevaban una igual de regalo a su casa.