• Català
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Italiano
  • Русский
  • Zhōngwén

RUTA ROMANA

© MHT
© Alberich Fotògrafs
© Rafa Pérez
© Rafael López-Monné
© Joan Capdevila Vallve
© Pep Escoda
© Alberich Fotògrafs
© Rafael López-Monné
© MNAT
© Alberich Fotògrafs
© MNAT
© MNAT
© Manel Antolí (RV Edipress)
© MNAT
© Manel R. Granell
© Alberich Fotògrafs
© Manel R. Granell
© MNAT
© MNAT

Tarragona es la Única Ciudad Patrimonio de la Humanidad de Cataluña

El objetivo de esta ruta romana es dar a conocer la historia de Tarragona mediante los principales monumentos conservados de aquella época, momento de máximo esplendor de la ciudad, que obtuvo el 30 de noviembre del año 2000 la declaración de Patrimonio Mundial por la UNESCO para el conjunto arqueológico de Tarraco.

Desde sus inicios el Mediterráneo ha marcado el destino de Tarragona.

En el año 218 a.C., en el marco de las guerras púnicas, Cneu Cornelio Escipión desembarcó en nuestra costa y estableció un campamento militar que acabaría constituyéndose con el tiempo, la principal base del Imperio Romano de Hispania. Desde Tarragona se conquistó la Península Ibérica a lo largo de los siguientes 200 años y la civilización latina se extendió por toda Hispania... Empieza la historia de Tarraco.

Tarraco quedó articulada desde su inicio en dos áreas: la militar, en la parte alta, y la civil y residencial, en la parte baja. En el siglo II a.C. se estructuró también la ciudad, con la construcción de la muralla y la definición de un entramado de calles. Su importancia fue creciendo a lo largo de los siglos II y I a.C. con la llegada de nuevos pobladores.

Recibió el título de colonia de manos del propio Julio César probablemente el año 45 a.C., con el nombre de Colonia Iulia Urbs Triumphalis Tarraco. Durante los años 27 a 25 a.C. el emperador Augusto residió en la ciudad dirigiendo las luchas contra cántabros y astures y gobernando el Imperio -por primera vez- desde fuera de la misma Roma.

En los siglos I y II d.C. Tárraco, como capital de la provincia Hispania Citerior -la más grande del Imperio, que comprendía más de media Península Ibérica-, alcanzó una gran importancia y una espectacular expansión urbana. La ciudad se llenó de monumentos: el foro fue ampliado, se construyeron termas públicas y el anfiteatro, y en la acrópolis se edificó el grandioso complejo arquitectónico del foro provincial y el circo. También se construyó el famoso templo de Augusto, del qué habla Tácito.

La importancia de Tarraco pervive en los monumentos que la historia nos ha dejado. No te pierdas el apasionante legado de la época.

 

Mapping de Tarraco

También os puede interesar...

randomness